Microchip como forma de pago

APOCAL 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: Si alguno adora á la bestia y á su imagen, y toma la señal en su frente, ó en su mano,
APOCAL 14:10 Este también beberá del vino de la ira de Dios, el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles, y delante del Cordero:
APOCAL 14:11 Y el humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y los que adoran á la bestia y á su imagen, no tienen reposo día ni noche, ni cualquiera que tomare la señal de su nombre.


Consumidores aceptarían implantarse microchips como medio de pago
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Según una encuesta, las personas accederían a colocarse los dispositivos para no usar tarjetas de crédito o dinero metálico. Ya lo utilizan para controlar a animales

Muchos consumidores británicos aceptarían  la implantación de microchips en sus cuerpos para no tener que  utilizar tarjetas de crédito o dinero en metálico en sus compras,  según una encuesta del Instituto británico para el Estudio del  Sector de la Alimentación (IGD).

Uno de cada diez adolescentes, pero también uno de cada veinte  adultos, se dice dispuesto a soportar un microchip en su cuerpo para  pagar sus compras y ayudar a prevenir los fraudes relacionados con  las tarjetas de crédito, según esa encuesta.

Un escáner permitiría leer el microchip, de tal forma que se  conectaría inmediatamente con los datos bancarios y de pago del  cliente.

Según informa hoy el diario "The Times", esta tecnología ya se utiliza para tener controlados a los animales como caballos, perros o gatos.

Para el rotativo, el mercado minorista podría pensar ya en otros  métodos de pago como las huellas dactilares y las técnicas de  reconocimiento del iris ocular.

El periódico británico indica además que el único caso conocido  de pago de microchips implantados en el cuerpo humano es el de la  zona VIP de un club de Barcelona, cuyos clientes, en traje de baño,  no pueden guardar monederos ni billeteros.

El club barcelonés ofrece a su clientela un microchip, que se les  inyecta en el brazo y les permite el acceso a algunas zonas del  local así como pagar sus consumiciones en la barra.

Según la analista de mercado de IGD, Geraldine Padbury, aunque  muchos consumidores pueden temer por su privacidad, los  adolescentes, que constituyen la próxima generación de compradores,  no tendrán prejuicios en utilizar los chips.

diarioHoy

Fuente: diaroHoy

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